Esteban Rey, CEO de On Cloud, expone las razones por las que empresas y personas deben migrar sus datos a la nube
Distracción, olvido y fugacidad son tres características para describir a la era digital. La mayoría de los negocios han escuchado o experimentado de lo que son capaces amenazas de malware como Wannacry o NotPetya.
Las vulnerabilidades en la red están a la orden del día y es necesario minimizar la brecha de seguridad y tomar el control de nuestros equipos. Una práctica común es la actualización y configuración de parches de seguridad en los sistemas operativos, un proceso engorroso que quita tiempo, dificulta el trabajo y finalmente, no garantiza la seguridad que buscamos.
Esteban Rey, CEO de On Cloud sostiene: “las ventajas del software en la nube son muy fáciles de identificar: ahorro en el mantenimiento del software, actualización automática de sistemas y fundamentalmente, protección de datos”.
No caben dudas acerca de la vulnerabilidad de los entornos de red normales -muchos más susceptibles a los ataques ciberpiratas- que aquellos que están alojados en una compañía. “Nosotros diseñamos soluciones en la nube a partir de las premisas de seguridad, ese es nuestro pilar y el punto de arranque de toda nuestra oferta de valor”, concluye.
En 2017, la consultora Deloitte presentó un reporte en donde afirma que México es el segundo país con mayor actividad de ciberataques en América Latina y señala las prácticas más comunes de malware: robo de identidad, hackeo a medios de comunicación y secuestro a bases de datos. En este contexto, tomar decisiones acerca de dónde o cómo gestionar tanto los datos personales como los de una empresa son vitales.
“Nadie está exento de un ataque, pero el hecho de trabajar en la nube puede ofrecer ciertas garantías como la recuperación de datos en periodos de tiempos muy cortos incluso minutos. Se mitiga el riesgo”, afirma Rey.
La piratería cibernética tiene consecuencias dramáticas para los consumidores, pero la gravedad aumenta cuando los efectos de un ciberataque impactan en ventas, valores de mercado y cualquier otra variable de una empresa. La información financiera suele ser el objetivo principal de un ataque, se trate de un holding multinacional o incluso de una Pyme. Se estima que en México las pérdidas anuales registradas por este tipo de prácticas suman 2,000 millones de dólares.
Fuente: mundoejecutivo.com.mx